Han transcurrido los eventos ligados al fallecimiento de nuestro ser querido: los trámites ante la casa funeraria, la velación y posterior inhumación del cuerpo. Todo ese ajetreo conlleva una carga de emociones y tareas que luego de su culminación nos conducen a un estado no solamente emocional sino de cansancio físico. Pasarán algunos días hasta que decidamos retomar el día a día, ya sin la compañía del ser amado.Luego de ello, debemos afrontar una montaña rusa de emociones que nos abruma y tomar, también, múltiples decisiones prácticas vinculadas a la vida diaria.
Precisamente, una de las tareas más difíciles durante este proceso de duelo, es decidir qué hacer con las pertenencias de quien ha fallecido. Tenerlas cerca a nosotros, tener algún tipo de contacto con cualquiera de ellas, puede significar un doloroso recuerdo de su presencia y una constante laceración en la honda herida que nos ha dejado su partida; esa es una experiencia dolorosa que requiere de tiempo y preparación para desandar los recuerdos y emociones que cada objeto esconde tras de sí.
Qué debemos hacer, entonces?
Los expertos en el manejo del duelo y el dolor, ofrecen variados consejos. En lo primero en que insisten y parecen estar todos de acuerdo, es que esta decisión debe ser tomada por cada uno de nosotros, cuando nos sintamos preparados para afrontar este reto. Es lo más importante
Muchos de nosotros tenemos la idea de que retirar pronto las pertenencias del fallecido va a acelerar el proceso curativo, en un intento de “si no lo veo, no me duele”. Es un mecanismo de autodefensa con el cual pretendemos acelerar el proceso del duelo. Pero para otras personas esta decisión no puede ser la mejor, puesto que sienten que deshacerse pronto de las cosas personales de su ser querido, puede estar enviando una idea equivocada con respecto a lo que él representaba para ellas. O que están presurosas por borrar todo recuerdo de sus vidas. Y deciden dejarlo todo tal cual él lo dejó.



Decisiones a tomar en cuenta
Como si decidimos deshacernos de las pertenencias de nuestro ser amado luego de su fallecimiento, es una mala idea, como si, en cambio, optamos por guardarlos con nosotros por mucho tiempo también lo es, entonces, cuál es la decisión adecuada?
Ya lo hemos dicho: cada doliente decidirá cuándo se siente preparado para retirar los objetos personales de su ser querido fallecido.
Pero ya sea que tomemos una u otra decisión, cuando quiera que nos decidamos a hacerlo, es importante tener en cuenta estas recomendaciones, que, sin duda, nos ayudarán en esta labor:
a) No hacerlos solos: Las personas cercanas a nosotros, desde luego los familiares más próximos (hijos, hermanos, padre cuñados, etc) nos pueden prestar invaluable ayuda en decidir qué debemos conservar y que no. Son un apoyo anímico invaluable es estos momentos .
b) Tomarlo con calma: No es necesario que lo decidas todo en un sólo día. Al principio podemos hacer una preclasificación: un día lo dedicaremos a la ropa, por ejemplo; otro a los documentos legales, libros y, en fin, otro para los objetos como el celular, las herramientas, el portátil, -en el caso de los hombres- y de los objetos de belleza, sus bolsos preferidos, etc. -para el caso de las mujeres.
c) Finalmente, elegir aquello con lo que nos vamos a quedar: que por supuesto debe ser lo menos posible y sólo lo imprescindible. Debemos ser realistas, no no podemos quedar con todo. Como dice un consejero: «Decide cuáles son las cosas que te resultan imposible desprenderte y presta atención a lo que te dicte tu corazón».
d) Por último, podemos decidirnos por donar aquello que no queremos conservar. Sobre todo la ropa, que podemos donar a una institución de caridad. Esa camisa de colores que recién había comprado el esposo o el hijo; aquella blusa elegante pero discreta que había adquirido la esposa o la hija o, en fin, la colección de zapatos de la hermana, no merecen permanecer en los anaqueles por un tiempo indefinido, cuando muchas otras personas necesitadas podrían estar disfrutado de todas esas prendas. La donación nos permitirá transformar todo nuestro dolor en un bello acto de amor y solidaridad del que, con toda seguridad, nuestro ser querido estaría realmente orgulloso.
Banco de Ropa
Y ese es, precisamente el objetivo de Banco de Ropa de Obituarios y Condolencias. Hacer acopio de las donaciones que los dolientes de personas fallecidas decidan hacer. Dichas donaciones se harán llegar a las instituciones de caridad con más necesidades y que con prioridad establecida se ocupen de la protección de personas en condición de vulnerabilidad por desplazamiento o disminución de sus derechos y condiciones de bienestar.
Para mayor información sobre el procedimiento de donaciones, por favor, escriba al correo info@obituariosycondolencias.co comuníquese al teléfono y WhatSapp 3103017026