Desde tiempos inmemoriales la humanidad repite constantemente el rito de expresar el dolor por la pérdida de un ser querido, un amigo o, simplemente un conocido o por alguien que, incluso sin conocerlo, admira por algún motivo que le inspira tal gesto. Tal expresión, pública o privada se conoce como “pésame” o “condolencia”. Dependiendo de la cultura, la religión o el estatus, el pésame se manifiesta de diferentes maneras y casi generalmente conlleva unos protocolos que se manejan de acuerdo con la costumbre, tradicional en cada una de esas religiones o culturas. Pero, independientemente de ello, la tradición de expresar condolencias entraña un sentimiento muy profundo y arraigado, que se fortalece con el pasar de los años, contrariamente a lo que a veces se cree. Pero veamos un poco de su significado, antes de seguir tratando de ahondar en la tradición:

Condolencias. Definición

O pésame, expresión con que se hace saber a otro que se comparte su dolor ante la muerte de un ser querido: “recibió condolencias por el fallecimiento de su hijo.” –

También se usa como participación en el pesar ajeno: “le expresé mis condolencias por su despido.”

Qué es y cómo se manifiesta

Es una esquela a veces también llamada aviso fúnebre o aviso mortuorio, y se representa como una nota recuadrada en negro que se publica en un medio de comunicación o se fija en un lugar público y da noticia del fallecimiento de una persona. Primitivamente se llamaba esquela a una carta breve que se utilizaba para citar o convidar a algunas personas a una reunión o a un homenaje. Posteriormente, este término derivó hacia el aviso del fallecimiento de una persona alcanzando finalmente el sentido actual, aunque el vocablo aún hoy día también se aplica para señalar cualquier mensaje breve y escrito, tanto impreso como manuscrito, dirigido a una persona concreta o dirigido a un colectivo, y que de alguna forma se entrega o se hace circular.

Las esquelas fúnebres por lo general son publicadas por los familiares del fallecido y por la empresa funeraria que habrá de encargarse de los servicios fúnebres aunque también así proceden otras personas allegadas a él, como compañeros del trabajo, amigos, socios, cualquier personas u organización interesada en manifestar su pésame, etc.

Las diferencias al momento de ofrecer condolencias

Efectivamente, observamos ciertas diferencias al momento de ofrecer el pésame o condolencias a las personas cercanas de alguien que haya fallecido:

a) De manera presencial

Salvo que la familia exprese su intención de no recibir ningún tipo de visita ni pésame, lo habitual es acudir a la funeraria o sala de velación para expresar nuestra condolencias -pésame-. Se suele dar la mano o un abrazo, (dependiendo de la cercanía con dichas personas). algunas personas prefieren estar apenas unos minutos para no molestar ni cansar a los familiares. En el tanatorio o en el portal de la casa doliente se suelen colocar una mesa con un libro de firmas y/o una urna donde se depositan las tarjetas de visita utilizadas para expresar el pésame.

b) De manera no presencial

Si vivimos en otra ciudad o en otro país, o no podemos acudir a dar el pésame de forma presencial, por la razón que sea, se puede utilizar cualquier medio de comunicación a la mano, ( un mensaje de texto o un correo electrónico, preferiblemente) para expresar nuestras condolencias. Hacer una llamada telefónica no es muy aconsejable porque ese día es muy “complicado” para la familia y no es el momento más oportuno para llamar. Sin embargo, si hace una llamada, que sea muy breve. Y de forma escrita, también. Brevedad, sinceridad sin entrar en detalles innecesarios.

c) En ambas situaciones a través de Obituarios y Condolencias.

En cualquiera de las dos situaciones en que nos encontremos, nos resultará muy útil y recomendable utilizar los servicios que Obituarios y Condolencias ofrece como son los “Avisos de Condolencias” los cuales se publican de manera inmediata a su orden de publicación y que pueden ser consultados tanto en nuestro sitio y a través de las redes sociales.

Existe, sin embargo, un protocolo especial en torno a esta manifestación, que vale la pena conocer pues nos será de gran utilidad cada vez que nos veamos enfrentados a esta penosa situación, pues en verdad y aunque parezca tono mencionarlo, a veces no sabemos cómo proceder de manera adecuada, sobre todo si los dolientes son personas que, aunque conocidas, no son muy cercanas a nuestro entorno familiar, laboral o social.

Fórmulas. Frases de pésame

“Le acompaño en el sentimiento, o en la pena” es la fórmula que más utilizamos para estos casos. Pero, no es la única. Lo mejor es dejar que hable el corazón, evitando utilizar frases muy hechas y manidas que le quitan sinceridad y espontaneidad al pésame. Si no es una persona muy cercana a la familia, puede optar por la fórmula que hemos indicado anteriormente, para no meter la pata. Esta puede ser una pequeña lista de las expresiones más utilizadas para dar un pésame:

“Mi más sentido pésame”
“Le acompaño en su dolor”
“Siento la pérdida de …”
“Le acompaño en el sentimiento”
“Mis condolencias”,
“Compartimos su dolor por la muerte de…”, etc.
Cualquier fórmula corta, cariñosa y sentida, es siempre una buena muestra de cariño hacia los familiares y allegados al difunto.

Algunos detalles

No es correcto ni adecuado tratar de dar el pésame a la entrada a la iglesia o templo. Tampoco es correcto “saltarse” los deseos de la familia cuando el sacerdote indica al finalizar el oficio religioso que la familia no desea recibir ningún tipo de condolencia. Hay que evitar, en la medida de lo posible, los lloros, gritos de dolor, o gestos similares. Acompañar a la familia en esos duros momentos, supone tratar de transmitirles paz y sosiego, no ponerles más nerviosos y tristes. Tenemos que tratar de controlar nuestras emociones.

Para más información sobre los avisos de condolencias y cómo ordenar su publicación, por favor, siga este enlace